La estimulación cerebral profunda, también conocida como marcapaso cerebral o DBS,
Este electrodo se conecta a un neuroestimulador, que es una especie de batería, que queda implantada bajo el cuero cabelludo o en la región de la clavícula. Esta cirugía, que es hecha por el neurocirujano, ha causado una mejora en muchas enfermedades neurológicas, como el Parkinson, el Alzheimer, la epilepsia y algunas enfermedades psiquiátricas, como depresión y TOC, pero sólo está indicada para casos en que no hubo mejoría con el uso de medicamentos . Las principales enfermedades que se pueden tratar son:1. Enfermedad de Parkinson
Los impulsos eléctricos de esta técnica estimulan regiones en el cerebro, como el núcleo subtalámico, que ayudan a controlar los movimientos y mejorar los síntomas como temblor, rigidez y dificultad para caminar y por lo que la enfermedad de Parkinson es la enfermedad más tratada por la cirugía de estimulación cerebral profunda.
Los pacientes que realizan esta terapia pueden beneficiarse, además, con la mejora del sueño, de la capacidad de deglución de los alimentos y de sentir olores, funciones que son perjudicadas en la enfermedad. Además, es posible disminuir la dosis de los medicamentos utilizados y evitar sus efectos colaterales.
2. Demencia de Alzheimer
La cirugía de estimulación cerebral profunda ya viene siendo, también, probada y utilizada para intentar retroceder los síntomas del Alzheimer, como olvido, dificultad de raciocinio y alteración del comportamiento.
En los resultados iniciales, ya se ha observado que la enfermedad está estacionada por más tiempo y, en algunas personas, se pudo notar su regresión, debido a los mejores resultados presentados en las pruebas de raciocinio.
3. Depresión y TOC
Esta técnica ya viene siendo probada para el tratamiento de la depresión grave, que no mejora con la utilización de medicamentos, psicoterapia y electroconvulsoterapia, pudiéndose estimular la región del cerebro responsable por la mejora del humor, lo que reduce los síntomas en gran parte de los pacientes que ya han hecho esta terapia.
En algunos casos, con este tratamiento, también es posible disminuir el comportamiento compulsivo y repetitivo, que existe en el TOC, además de ser una promesa para reducir el comportamiento agresivo de algunas personas.
4. Trastornos del movimiento
Enfermedades que causan cambios del movimiento y causan movimientos involuntarios, como el temblor esencial y la distonía, por ejemplo, presentan óptimos resultados con la estimulación cerebral profunda, pues, al igual que ocurre en el Parkinson, se estimulan regiones del cerebro para que haya un control de los movimientos, en las personas que no tienen mejoría con el uso de medicamentos.
Así, ya se puede notar la mejora en la calidad de vida de muchas personas que hicieron esta terapia, principalmente, al permitir caminar con más facilidad, controlar la voz y poder realizar algunas actividades que ya no eran posibles.
5. Epilepsia
Aunque la región del cerebro afectada por la epilepsia varía de acuerdo con su tipo, ya se ha demostrado la disminución en la frecuencia de las crisis convulsivas en personas que han hecho la terapia, lo que hace más fácil el tratamiento y disminuye las complicaciones de las personas que sufren esta enfermedad.
6. Trastornos alimentarios
La implantación del dispositivo neuroestimulador en la región del cerebro responsable del apetito, puede tratar y disminuir los efectos de los trastornos de la alimentación, como la obesidad, la falta de control del apetito, y la anorexia, en la que la persona deja de comer.
Así, en casos en que no hay mejoría con tratamiento con medicamentos o psicoterapia, la terapia de estimulación profunda es una alternativa que promete ayudar en el tratamiento de esas personas.
7. Dependencias y vicios
La estimulación cerebral profunda parece ser una buena promesa para el tratamiento de personas que tienen dependencia a sustancias químicas, como drogas ilícitas, alcohol o cigarrillo, pudiendo hacer que el vicio sea disminuido y evitado.
Precio de la estimulación cerebral profunda
Para esta cirugía es necesario un material caro y un equipo médico muy especializado, pudiendo costar alrededor de R $ 100.000,00 reales, a depender del hospital realizado. Algunos casos seleccionados, cuando se encaminan a hospitales donde esta técnica está disponible, puede ser realizado por el SUS.
Otros beneficios
Esta terapia puede traer mejoras para la recuperación de personas que sufren de un accidente cerebrovascular, pudiendo disminuir las secuelas, aliviar el dolor crónico e incluso ayudar en el tratamiento del síndrome de La Tourette, en el que la persona tiene tique motores y vocales incontrolables.
En Brasil, este tipo de cirugía sólo está disponible en grandes hospitales, sobre todo en las capitales o grandes ciudades, en las que hay centros de neurocirugía equipados. Como es un procedimiento caro y poco disponible, esta terapia ha sido reservada para personas con enfermedades graves y que no responden al tratamiento con medicamentos.