¿Qué es la osteomielitis y cómo identificar
Osteomielitis es el nombre que se da a la infección del hueso, generalmente causada por bacterias, pero que también puede ser provocada por hongos o virus. Esta infección ocurre tanto por contaminación directa del hueso, a través de un corte profundo, una fractura o implante de una prótesis, pero también puede alcanzar el hueso a través de la circulación sanguínea durante el curso de una enfermedad infecciosa, como un absceso, endocarditis o tuberculosis , por ejemplo.
Cualquier persona puede desarrollar esta infección, que no suele ser contagiosa de una persona a otra, y los síntomas provocados incluyen dolor localizado en el hueso, hinchazón y enrojecimiento, así como fiebre, náuseas, fiebre y cansancio. Además, la osteomielitis puede clasificarse según el tiempo de evolución, como:
- Aguda, cuando se diagnostica en las primeras 4 semanas de la enfermedad;
- Crónica, ocurre cuando dura más de 6 semanas, generalmente, por no ser identificada y tratada luego, evolucionando y empeorando de forma lenta y continua, que puede persistir por meses o, hasta, años.
La osteomielitis tiene cura, y su tratamiento se realiza con medicamentos para eliminar los microorganismos, como antibióticos con dosis altas y por tiempo prolongado. La cirugía también puede ser indicada en algunos casos para quitar tejidos muertos y facilitar la recuperación.
Principales causas
Algunos de los principales factores asociados al desarrollo de una osteomielitis son:
- Absceso en la piel o el odontólogo;
- Lesiones de piel, como cortes, heridas, celulitis infeciosa, inyecciones, cirugías o implantes de aparato;
- Fractura ósea en accidentes;
- Implante de prótesis articular o ósea;
- Infecciones generalizadas, como endocarditis, tuberculosis, brucelosis, aspergilosis o candidiasis.
La osteomielitis puede aparecer en cualquier persona, incluyendo adultos y niños. Sin embargo, las personas con la inmunidad comprometida, como aquellas con diabetes descompensada, que usan corticoides crónicamente o que hacen una quimioterapia, por ejemplo, así como personas que tienen una circulación sanguínea perjudicada, que son portadoras de enfermedades neurológicas o que han pasado por una cirugía recientemente presentan mayor riesgo para desarrollar este tipo de infección más fácilmente, ya que son situaciones que comprometen el flujo de sangre sano al hueso y favorecen la proliferación de microorganismos.
Cómo identificar
Los principales síntomas de la osteomielitis, tanto aguda como crónica, incluyen:
- Dolor óseo, de inicio súbito, pero que puede ser persistente cuando alcanza la fase crónica;
- Hinchazón, enrojecimiento y calor en el área afectada;
- Fiebre, de 38 a 39ºC;
- Calafrios;
- Náuseas o vómitos;
- Dificultad para mover la región afectada. La evaluación clínica del médico es la principal forma de diagnosticar la osteomielitis, sin embargo algunos exámenes pueden ayudar a confirmar la sospechosidad, como hemograma o pruebas inflamatorias, así como radiografía, tomografía o resonancia magnética del hueso afectado.
En casos de dudas sobre el microorganismo causante de la infección, es posible aún hacer un drenaje de la secreción o raspado del hueso, para la recolección del material y la realización de una cultura. El médico también tendrá atención para diferenciar la osteomielitis de otras enfermedades que pueden causar síntomas similares, como la artritis séptica, el tumor óseo o un absceso profundo, por ejemplo. Compruebe cómo diferenciar las principales causas de dolor en los huesos.
Como se hace el tratamiento
En presencia de un cuadro de osteomielitis, el tratamiento debe hacerse lo más rápido posible para permitir la curación, con medicamentos potentes y que hagan un rápido efecto, orientado por el ortopedista. Es necesario permanecer internado en el hospital por lo menos 3 a 5 días, para iniciar antibióticos en la vena y realizar los primeros exámenes para identificar el microorganismo.
Si hay una mejora clínica con los medicamentos, es posible continuar el tratamiento en casa, con medicamentos por vía oral, que debe durar por cerca de 4 a 6 semanas, para garantizar el efecto deseado.
Cuando no hay mejora con el tratamiento inicial, puede ser indicada la cirugía para limpieza y remoción del tejido muerto e infectado, como forma de permitir la recuperación del hueso, además del uso de medicamentos en la vena por más tiempo.
¿Cuándo es necesaria la amputación?
La amputación sólo es necesaria en algunos casos, cuando el compromiso del hueso es muy grave y no puede recuperarse. También es una posibilidad en casos de sospechas de la existencia de células cancerígenas en la lesión.
Otros tratamientos
Ningún tipo de tratamiento casero debe sustituir los medicamentos orientados por el médico para tratar la osteomielitis, pero una buena forma de acelerar la recuperación es hacer reposo, y mantener una alimentación equilibrada con una buena hidratación, consumiendo cerca de 2 litros de líquidos por dia. La fisioterapia no es un tratamiento que auxilia en la curación de la osteomielitis, pero puede ser útil durante o después del tratamiento para evitar secuelas, como acortamiento de los músculos por falta de uso y para recuperar la movilización del hueso afectado.