Cómo identificar y tratar el pénfigo
El pénfigo es una enfermedad inmune rara caracterizada por la formación de burbujas blandas, que estallan fácilmente y que no cicatrizan. Normalmente, estas burbujas surgen en la piel, pero también pueden afectar las mucosas, como el revestimiento de la boca, los ojos, la nariz, la garganta y la región íntima
De acuerdo con el tipo y patrón de aparición de los síntomas, el pénfigo se puede dividir en varios tipos, que incluyen:
- Pénfigo vulgar: es el tipo más común, en el que aparecen burbujas en la piel y en la boca. Las burbujas provocan dolor y pueden desaparecer, pero normalmente se mantienen oscuras que duran varios meses;
- Pénfigo bulloso: surgen burbujas rígidas y profundas que no estallan fácilmente, y es más frecuente en ancianos. Más información sobre este tipo de pénfigo;
- Pénfigo vegetal: es una forma benigna del pénfigo vulgar, caracterizada por burbujas en la ingle, axilas o región íntima;
- Pénfigo foliáceo:es el tipo más común en zonas tropicales, caracterizado por el surgimiento de heridas o burbujas, no dolorosas, que aparecen primero en la cara y el cuero cabelludo, pero que pueden extenderse hacia el tórax y otros lugares;
Pénfigo eritematoso: es una forma benigna del pénfigo foliáceo, que se caracteriza por burbujas superficiales en el cuero cabelludo y rostro, pudiendo ser confundido con dermatitis seborreica o lupus eritematoso;
- Pénfigo paraneoplásico: es el tipo más raro, pues está asociado a algunos tipos de cáncer como linfomas o leucemias.
Aunque es más frecuente en adultos y ancianos, el pénfigo puede surgir a cualquier edad. Esta enfermedad no es contagiosa y tiene cura, pero su tratamiento, hecho con remedios corticoides e inmunosupresores, prescritos por el dermatólogo, puede durar algunos meses o años para garantizar la enfermedad controlada.
Lo que puede causar el pénfigo
El pénfigo es causado por una alteración en el sistema inmune de la propia persona, que hace que el organismo produzca anticuerpos que atacan las células sanas de la piel y de las mucosas. Aunque no se conocen factores que conducen a esta alteración, se sabe que el uso de algunos medicamentos para la presión alta puede causar el surgimiento de los síntomas, que desaparecen cuando el medicamento se termina.
De esta forma, el pénfigo no es contagioso, ya que no es causado por ningún virus o bacteria. Sin embargo, si las heridas de las burbujas se infectan, es posible transmitir estas bacterias a otra persona que entra en contacto directo con las heridas, pudiendo llevar al surgimiento de una irritación en la piel.
Como se hace el tratamiento
El tratamiento para el pénfigo normalmente se realiza con el uso de medicamentos prescritos por el dermatólogo, como:
- Corticoides, como Prednisona o Hidrocortisona: se utilizan en los casos más leves de pénfigo para aliviar los síntomas. Estos medicamentos no se deben utilizar por más de una semana después;
- Inmunosupresores, como Azatioprina o Micofenolato: disminuyen la acción del sistema inmune, impidiendo que ataque a las células sanas. Sin embargo, al reducir la función del sistema inmune, hay mayores posibilidades de infección y, por lo tanto, estos medicamentos se utilizan en los casos más graves;
- Antibióticos, antifúngicos o antivirales: se utilizan cuando surge algún tipo de infección en las heridas dejadas por las burbujas.
El tratamiento se realiza en casa y puede durar algunos meses o años dependiendo del organismo del paciente y del tipo y la gravedad del pénfigo, mientras que durante el tratamiento se deben realizar consultas regulares en el dermatólogo para asegurarse de que la enfermedad se está controlando.
En los casos más graves, en los que surgen infecciones severas de las heridas, por ejemplo, puede ser necesario permanecer internado en el hospital durante algunos días o semanas, para hacer medicamentos directamente en la vena y hacer el tratamiento adecuado de las heridas infectadas.