es.odysseedubienetre.beUtilizar correctamente el hielo y el agua caliente puede ayudar a recuperarse más rápido de un golpe, por ejemplo. El hielo puede ser utilizado hasta 48 horas después de una inyección, y en caso de dolor de diente, golpe, torsión, dolor en la rodilla y caídas, mientras que el agua caliente puede ser usada cuando hay dolor en la columna, manchas moradas en la piel, espinillas , los furúnculos y los tortícolas, por ejemplo.
El hielo disminuye el flujo sanguíneo de la región, ayuda a desinchar y tiene efecto analgésico que se inicia después de 5 minutos de uso. El agua caliente promueve la dilatación de los vasos sanguíneos y disminuye la tensión muscular, promoviendo la relajación.
Las compresas de hielo son excelentes para aliviar el dolor después de un golpe, como puede suceder durante un partido de fútbol, por ejemplo, pero se debe evitar su uso en la espalda, el pecho y la barriga.
Después de la carrera, lo que se puede hacer es tomar un baño con agua fría o colocar una compresa helada, si siente algún dolor en la rodilla o en el tobillo, por ejemplo. El hielo también es una gran opción para quien sufre con tendinitis.
Para hacer una compresa fría en casa, basta con envolver una bolsa de verduras congeladas, por ejemplo, en una toalla o paño y aplicar en la región dolorida durante 15 a 20 minutos.
Otra posibilidad es mezclar 1 parte de alcohol con 2 partes de agua y colocar en una bolsa tipo ziploc y dejar en el congelador. El contenido no debe quedar completamente congelado, y puede ser moldeado, según sea necesario. El modo de uso es el mismo.
Las compresas hechas con agua tibia son óptimas para aliviar el dolor muscular que surge a lo largo del tiempo y es especialmente indicado para colocar en la espalda o en el pecho, aunque puede ser colocado en cualquier región del cuerpo, siempre que no con fiebre, para no aumentar la temperatura.
La compresa tibia puede usarse de 3 a 4 veces al día durante 15 a 20 minutos, pero siempre debe estar enrollada en un pañal de tela u otro tejido fino, para que no queme la piel.
Para hacer una compresa caliente en casa, basta con utilizar una funda de almohada y 1 kg de granos secos, como arroz o frijoles, por ejemplo. Se debe colocar los granos dentro de la funda, atar bien para formar un trozo, calentar en el microondas durante unos 3 a 5 minutos, dejar amornar y aplicar en la región dolorida durante 15 a 20 minutos.
Si incluso al utilizar el hielo o el agua caliente el dolor no disminuye o incluso se intensifica se debe ir al médico para que se realicen exámenes que puedan identificar si hubo la causa del dolor, que puede ser una fractura, por ejemplo.
