Síndrome de la Excitación Sexual Persistente
El síndrome de excitación sexual persistente es una situación rara que hace que la mujer tenga varios orgasmos por día, que pueden ocurrir en cualquier lugar, siempre que haya el mínimo de estímulo, como caminar en autobús, el vibrar del celular o el propio el sonido del secador de pelo, por ejemplo. Esta es una enfermedad que causa confusión y la mayoría de las portadoras tienen dificultades para asumir que tiene esta enfermedad.
En este síndrome hay un aumento de flujo sanguíneo persistente en los órganos sexuales que hace que la mujer esté constantemente excitada, aunque no esté pensando o haciendo nada que tenga connotación sexual. A pesar de que su causa aún no ha sido descubierta existe la sospechosa de que una inflamación en los órganos pélvicos están causando ese estímulo constante en la región íntima.
Cómo identificar este síndrome
Para el diagnóstico del síndrome de la excitación genital femenina se deben observar los siguientes signos y síntomas:
- Hinchazón y enrojecimiento genital con látigo de la región;
- Los pezones pueden o no quedar más firmes;
- Múltiples orgasmos a lo largo del día, con o sin ningún estímulo o factor desencadenante.
Estas señales deben estar presentes durante más de 48 horas sin desaparecer completamente incluso después de orgasmos múltiples que pueden durar horas o incluso días, causando molestias y limitaciones, a menudo impidiendo a la mujer estudiar o trabajar.
En esta enfermedad, la mujer permanece excitada con o sin ningún tipo de estímulo sexual y los orgasmos son espontáneos, indeseados e incontrolables trayendo sentimientos como angustia y miedo. Pueden ocurrir a cada minuto y persistir por más de 2 días, hasta que la mujer consiga quedarse al menos 2 horas tranquila. A diferencia de lo que ocurre en la ninfomanía, la mujer puede no tener ningún deseo sexual para explicar la excitación persistente y la gran frecuencia de los orgasmos.
Lo que puede causar este síndrome
Las causas del trastorno de la excitación genital persistente todavía no son totalmente conocidas.
Los síntomas generalmente comienzan después de los 40 años y parecen estar relacionados con el consumo de soja; lesiones cerebrales; hipersensibilidad del nervio pélvico, que irriga el clítoris y por eso éste se vuelve más sensible; varices pélvicas y el uso de medicamentos para la depresión.
Algunos remedios que parecen estar relacionados con este trastorno son Venlafaxina, un remedio que trata la depresión y Trazodona, que puede conducir al aumento del tamaño del clítoris en algunas mujeres. Sin embargo, no existen pruebas científicas de este hecho porque el número de mujeres que consumen estos medicamentos es muy grande y menos de 10 han sido diagnosticadas con este síndrome.
Cómo tratar
Los tratamientos aún no son totalmente eficaces para todas las personas porque aún no se sabe las causas de este síndrome. Sin embargo, existen estudios que apuntan que las sesiones de electroconvulsoterapia y el uso de medicamentos como Vareniclina han sido eficaces para cesar el síndrome en algunas mujeres. Una mujer retiró el clítoris a través de la cirugía, pero continuó con los orgasmos constantes y por eso, esta cirugía no está indicada como forma de tratamiento.
Las sesiones de psicoterapia pueden ayudar a la mujer a vencer los sentimientos de tristeza, angustia y miedo, y se cree que lo que puede ayudar es a la mujer separar un tiempo para que tenga un gran número de orgasmos seguidos, para que el organismo puede entonces relajarse un poco.
Intentar ocuparse y distraer la mente con tareas físicas repetitivas como frotar o pulir, además de hacer ejercicios pueden ayudar a disminuir la frecuencia, porque si la mujer no intenta estas estrategias podrá tener más de 100 orgasmos por día durante décadas.