Los remedios caseros más eficaces para el autismo incluyen el uso de aceite de pescado, magnesio, melatonina, probióticos, sustancias antibacterianas y antiparasitarias, cambios en la dieta, vitamina D, cúrcuma y baños de desintoxicación.
Los remedios caseros más populares para el autismo incluyen:
Si bien una dieta balanceada y nutritiva es esencial para todos los niños, el magnesio es específicamente relevante para las personas que sufren de autismo. La deficiencia de magnesio puede conducir a una serie de síntomas que están en línea con los patrones de comportamiento comúnmente vistos en niños autistas, incluyendo balanceo, rechinamiento de dientes, ansiedad, falta de concentración y un bajo nivel de atención. Al garantizar que el magnesio forme parte de la ingesta diaria de nutrientes, estos síntomas pueden reducirse, lo que permite una terapia conductual más productiva y un comportamiento mejorado.
Los ácidos grasos Omega-3, junto con algunos otros tipos de ácidos grasos, en realidad son beneficiosos y esenciales para el desarrollo normal y saludable del cuerpo. Los estudios han demostrado que los altos niveles de omega-3 pueden aumentar la socialización en personas que sufren de autismo y también pueden calmar las conductas hiperactivas y las conductas disruptivas. El aceite de pescado es una de las formas de omega-3 más concentradas y de fácil acceso, y los suplementos se pueden encontrar casi en cualquier parte.
Uno de los síntomas / condiciones más estrechamente relacionados con el autismo son los malos hábitos de sueño. La interrupción en los ciclos de sueño normales puede causar irritabilidad, falta de concentración y concentración, ansiedad social y estrés crónico. La melatonina, sin embargo, es una sustancia calmante y sedante que puede garantizar noches de sueño sanas y relajantes, lo que ayuda a los niños autistas a mantener un horario más relajado. Las conductas relacionadas con la falta de sueño disminuirán, permitiendo una práctica más efectiva de las habilidades sociales y de comunicación.
Muchos investigadores han argumentado que una de las causas más obvias del autismo era de naturaleza dietética. En otras palabras, la salud del intestino y la ingesta de nutrientes fueron los dos principales culpables detrás de la gravedad (o incluso el desarrollo) del autismo. La permeabilidad intestinal se ha relacionado estrechamente con el autismo, y los probióticos a menudo son el mejor remedio. Los probióticos estimulan el crecimiento y desarrollo de bacterias sanas y beneficiosas en el intestino que nos ayudan a absorber de manera eficiente los nutrientes y proteger el intestino de cualquier infección. Los probióticos se pueden encontrar en un amplio suministro de yogur, y con un sistema gastrointestinal más saludable, algunos de los síntomas del autismo pueden disminuir.
Aunque la investigación todavía está en curso sobre esta estrategia de tratamiento particular, hay muchos que creen que al eliminar el azúcar, el gluten y otros alimentos procesados, los síntomas del autismo pueden reducirse y el comportamiento comienza a retroceder hacia la "normalidad". Este es un tema muy candente de debate en el minuto, particularmente con la mayor atención que se está prestando al gluten en los últimos años, y el aumento de las dietas "sin gluten", independientemente de si se debe a una alergia alimentaria o no.
Otras teorías sobre el autismo desde una perspectiva ambiental sostienen que el autismo se desarrolla debido a que el intestino del niño está expuesto a la bacteria Candida y a otras sustancias parasitarias que dejan residuos tóxicos en el intestino. Esta exposición bacteriana muy peligrosa a una edad temprana podría explicar muchos de los síntomas del autismo. Por lo tanto, proteger a los niños de las bacterias y parásitos peligrosos es esencial para protegerlos completamente de la posibilidad de desarrollar el trastorno.
Este nutriente crítico en nuestra dieta a menudo se olvida o se pasa por alto a cambio de vitaminas más "de alto perfil". Sin embargo, la vitamina D es crucial para los niños y las madres. Los niveles bajos de vitamina D en mujeres embarazadas se han relacionado con niveles más altos de autismo infantil, mientras que la deficiencia de vitamina D está relacionada con el síndrome del intestino permeable y otras afecciones que afectan el sistema gastrointestinal, un aspecto crítico del desarrollo del autismo, como se explicó anteriormente. Finalmente, la vitamina D afecta la función de los neurotransmisores, que a menudo se ven afectados negativamente en los que sufren de autismo.
Los pacientes con autismo parecen tener tasas de frecuencia más altas de escorbuto, como si sus cuerpos no procesaran o ingesta lo suficientemente bien, apoyando aún más la validez de una estrategia basada en la dieta para reducir los síntomas. Mantener una alta ingesta de vitamina C en el cuerpo ayuda con el desarrollo del colágeno, la actividad antioxidante, la función cognitiva y la reparación y salud celular en todo el cuerpo, todo lo cual podría mejorar los síntomas y las sensibilidades de ciertas personas autistas.
Ver tambiénComo una de las hierbas más potentes y versátiles de uso común, la cúrcuma ofrece efectos antimicrobianos, antiinflamatorios y antioxidantes para el cuerpo. Esto puede mejorar significativamente la salud del intestino y garantizar la ingesta adecuada de nutrientes para que muchos de los síntomas del autismo se puedan reducir o eliminar por completo.
Una última palabra de advertencia: es importante recordar que el autismo es un trastorno, no una enfermedad, y como tal, todavía no existe una cura formal, ni es probable que exista. Estos son remedios suplementarios y se deben combinar con terapia de comportamiento también. Por sí mismos, ninguno de los enfoques sería particularmente efectivo. Siempre hable con un médico si sospecha que su hijo sufre de autismo porque los diferentes tipos de trastornos dentro del trastorno del espectro autista a menudo utilizan diferentes enfoques de tratamiento.