El aceite de Camellia cuenta con una enorme lista de beneficios para la salud, incluida la capacidad de equilibrar los niveles de colesterol, disminuir la presión arterial, mejorar la salud del cabello, acelerar la curación de heridas y reducir la inflamación. También es bueno para el cuidado de la piel, la salud ósea, la reducción del riesgo de cáncer, el fortalecimiento del sistema inmunitario y la protección contra el estrés oxidativo, entre otros.
El aceite de camelia también se conoce comúnmente como aceite de semilla de té, ya que es el aceite esencial de las semillas de la planta de té. Mientras que las hojas de la planta de té se secan comúnmente para producir té, las semillas también se pueden someter a un proceso de prensado en frío o extracción con disolvente para extraer el aceite concentrado. Por lo tanto, el aceite de camelia se beneficia de muchos de los mismos compuestos antioxidantes que el té, pero también tiene un nivel extremadamente alto de grasas insaturadas, así como otros minerales y nutrientes. Este aceite es ampliamente utilizado en Asia, pero ha aumentado en disponibilidad en todo el resto del mundo.
Este potente aceite puede prepararse a partir de la planta Camellia sinensis o la planta Camellia oleifera, mientras que el aceite de té japonés está hecho de Camellia japonica y tiene atributos significativamente diferentes. El aceite tiene un color verde claro y un olor suave, pero no se usa como aceite de cocina, debido a su sabor suave y su costo relativamente alto.
Los muchos beneficios para la salud del aceite de camelia se atribuyen a sus altos niveles de ácido oleico (más del 80%), así como a ácido linoleico, ácido alfa-linolénico, ácido esteárico, vitamina E, calcio, potasio, triterpenos, saponinas y escualano .
El uso de aceite de camelia es popular para las personas que sufren de presión arterial alta, osteoporosis, colesterol alto, afecciones inflamatorias y un alto riesgo de cáncer. También trata el resfriado, la gripe, la infección respiratoria, el eczema, la psoriasis, el acné, la inmunidad débil, el cabello quebradizo, la caída del cabello, la caspa y las heridas.
La investigación ha demostrado que este aceite puede ayudar a suavizar los parches ásperos de la piel y bloquear la humedad, haciendo de este un remedio ideal para las personas cuya piel está regularmente expuesta a los elementos. También puede minimizar la aparición de arrugas y mantener su piel con una sensación de juventud y salud.
Otro uso tradicional del aceite de camelia es para fortalecer y acondicionar el cabello. El rico suministro de aceites puede cubrir los hilos de tu cabello e hidratar tu cuero cabelludo, lo que ayuda a eliminar la caspa y evita la rotura y las puntas abiertas.
Hay una cantidad significativa de potasio en el aceite de camelia, por lo que cuando se utiliza internamente, puede tener un impacto en sus niveles de presión arterial, debido a su papel como un vasodilatador. Sin embargo, las grasas monoinsaturadas que se encuentran en este aceite también pueden afectar positivamente la hipertensión, lo que ayuda a reducir el riesgo de ataque cardíaco y accidente cerebrovascular.
Con varios minerales como calcio, fósforo y potasio en aceite de camelia, puede ayudar a mantener la densidad mineral ósea y ralentizar la aparición de la osteoporosis a medida que envejece. Esto también puede minimizar los síntomas de la osteoartritis y, en general, aumentar el rango de movimiento y la movilidad.
El aceite de camelia contiene más del 90% de grasas insaturadas, lo que lo convierte en un aceite único. Dada la naturaleza antiinflamatoria y cardioprotectora de estos aceites, muchas personas recurren a este remedio natural si tienen colesterol alto. El uso interno moderado de este aceite puede disminuir sus posibilidades de desarrollar aterosclerosis y otras formas de enfermedad cardíaca.
Hay una serie de componentes activos en el aceite de camelia que pueden reducir la inflamación en los tejidos y las articulaciones, incluidos el ácido gamma-linolénico, ácido oleico y kaempferol, entre otros. Estos pueden ayudar a calmar los síntomas de artritis, problemas gastrointestinales, afecciones respiratorias e incluso dolores de cabeza.
Diversas sustancias derivadas de la planta de Camellia sinensis, que incluyen el té verde y el aceite de camelia, ayudan a fortalecer el sistema inmunitario y a proteger contra las infecciones bacterianas y virales. Esto se debe en parte al nivel de triterpenos encontrados en este aceite, que se ha demostrado que tienen propiedades de refuerzo inmunológico.
Este aceite potente es rico en vitamina E, que es un antioxidante que puede estimular el flujo de sangre a la piel e inducir la curación, así como el crecimiento de nuevas células. Para heridas, rasguños, cortes y hematomas, la aplicación tópica de una pequeña cantidad de este aceite puede proteger contra infecciones y minimizar la aparición de cicatrices.
Otro componente único del aceite de camelia es el escualano, que es un compuesto raro que se encuentra en ciertos animales y se cree que posee potentes propiedades anticancerígenas. Aunque la investigación sobre los efectos del escualano con respecto a todos los cánceres es limitada, se cree firmemente que es anticancerígeno para el cáncer de mama, próstata y colon.
El aceite de camelia tiene muy pocos efectos secundarios asociados, pero puede causar inflamación de la piel, hipotensión y otras reacciones negativas, dependiendo de su calidad y método de procesamiento.
¿Cómo seleccionar el aceite de camelia?
El aceite de camelia rara vez se produce comercialmente fuera de China, por lo tanto, al comprar este aceite, siempre revise los ingredientes y busque una marca de renombre. Muchas compañías suplantan el verdadero aceite de camelia con aceites de relleno, que podrían tener efectos gastrointestinales o alérgicos, y no serán tan efectivos como una forma pura de este aceite.