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Fisioterapia para contractura muscular

La fisioterapia para la contractura muscular debe ser hecha con cuidado para evitar el agravamiento del dolor. En el inicio de la sesión se debe dar preferencia al uso de bolsas de agua caliente o de aparatos que proporcionan calor como el infrarrojo o las ondas cortas, por ejemplo, dependiendo del caso y de la gravedad de la contractura.

A continuación, se aconsejan técnicas manuales de masajes sueca, transversa profunda y de vaciamiento muscular para liberar adherencias y eliminar la contractura. Una técnica no siempre utilizada pero que alcanza buenos resultados es el uso de ventosas. Ellas promueven una succión del músculo y de la fascia y por medio de deslizamiento puede ayudar a deshacer la contractura, aunque esto puede provocar alguna incomodidad.

Los estiramientos se deben realizar de forma intercalada con el masaje para un mejor resultado.

La contractura puede ser evitada a través de la manutención de la buena postura corporal y del debido fortalecimiento muscular. Por eso, es parte importante del tratamiento fortalecer la musculatura involucrada con ejercicios activos o resistidos para evitar nuevas lesiones.

La bolsa de agua caliente puede y debe ser utilizada también en casa, por 20 a 30 minutos diariamente hasta la completa remisión de los síntomas.