La primera elección en la alimentación del bebé en los primeros meses de vida debe ser siempre la leche materna, pero esto no siempre es posible, pudiendo ser necesario recurrir a leches infantiles como alternativas a la leche materna, que tienen una composición nutricional muy similar, adecuadas a la leche materna, cada etapa de crecimiento del bebé.
Además de estas fórmulas, también están disponibles leches infantiles destinadas a fines médicos específicos, que permiten una nutrición adecuada incluso en casos de alergias, regurgitación, intolerancia alimentaria, trastornos gastrointestinales, entre otros.
La leche materna debe ser la primera opción para alimentar al bebé, ya que proporciona todos los nutrientes necesarios para su crecimiento y desarrollo, así como anticuerpos para enriquecer el sistema inmune. Ver más sobre la composición de la leche materna.
Sin embargo, existen situaciones en las que la madre no puede o no debe amamantar, o en que el bebé tiene alguna condición y no puede digerir la leche materna.
En los casos en que la madre está haciendo tratamientos que pueden perjudicar al bebé, como quimioterapia o radioterapia, tratamiento para la tuberculosis o tratamientos con medicamentos que pasen a la leche, se debe dar una leche adaptada , ya que la calidad de la leche está comprometida.
Si la madre es usuaria de drogas, tampoco debe amamantar, pues éstas también pasan a la leche, siendo luego ingeridas por el bebé.
También se puede recurrir a la leche adaptada cuando existe una disminución en la producción de leche, que puede o no ser temporal. Existen aún casos en que la subida de la leche ocurre más tarde, pudiendo haber cambios en su composición. Por lo tanto, es muy importante que vaya al médico regularmente para mejorar este problema o adaptar la leche según la condición de la madre y del bebé. 3. La madre tiene una enfermedad
Si la madre tiene VIH, cáncer de mama o trastornos de la conciencia, no debe dar su leche al bebé. Además, si tiene enfermedades causadas por virus, hongos, bacterias, hepatitis B o C con alta carga viral, o herpes activo en la mama o en el pezón, debe dejar de amamantar temporalmente, hasta que resuelva el problema.
4. El bebé tiene peso por debajo de lo normal
En casos en que el bebé tenga un peso por debajo de la media para su edad, se recomienda el refuerzo con una leche adaptada. Sin embargo, puede seguir dándose al bebé la leche materna.
Si el bebé tiene fenilcetonuria o galactosemia, no debe tomar leche materna ni usar leches infantiles regulares.
En el caso del bebé tener galactosemia, no debe ser amamantado ni tomar fórmulas infantiles que contengan leche, debiendo ser alimentado con fórmulas a base de soja como Nan Soy o Aptamil Soja. Ver más sobre lo que el bebé con galactosemia debe comer.
Qué leche dar para el bebé
En los casos en que el bebé no pueda tomar leche materna, nunca debe darse leche de vaca, porque puede perjudicar su desarrollo, ya que su composición es muy diferente de la leche materna.
1. Leche para niños regulares
Las leches adaptadas regulares pueden ser usadas por bebés sanos y sin riesgo de presentar alergias, malestar gastrointestinal o enfermedades metabólicas.
La elección de la fórmula infantil debe tener en cuenta la edad del bebé, porque a lo largo de su desarrollo va teniendo necesidades específicas. Entonces entre los 0 y los 6 meses se debe utilizar una leche de inicio, como el Aptamil profutura 1, Milupa 1 o Nan supremo 1, ya partir de los 6 meses se debe dar una leche de transición como Aptamil 2 o Nan supremo 2, por ejemplo.
2. Leche para bebés con alergia a la proteína de la leche de vaca
La alergia a la proteína de la leche de vaca es la alergia alimentaria más frecuente en la infancia, en la que el sistema inmune sigue siendo inmaduro y sensible a los antígenos, por lo que reacciona presencia de la proteína de la leche de vaca provocando síntomas como enrojecimiento y picazón generalizados, vómitos y diarrea. Más información sobre la alergia a la leche en el bebé.
Fórmulas extensamente hidrolizadas, sin lactosa como:
Pregomin pepti, Alfaré, Nutramigen Premium
El reflujo gastroesofágico es común en los bebés sanos debido a la inmadurez del esfínter esofágico y consiste en el paso de la comida del estómago al esófago, resultando en golpes frecuentes. En estos casos, puede llevar a la pérdida de peso y la desnutrición siendo perjudicial en el desarrollo del bebé. Ver más sobre el reflujo en los bebés.
La presencia de estos espesantes hace que, debido a su espesor, la leche no sufra tan fácilmente reflujo y con que el vaciamiento gástrico se dé más rápidamente.
4. Fórmulas para bebés con intolerancia a la lactosa
La lactosa se compone de dos azúcares que tienen que ser separados por una enzima presente en el organismo, la lactasa, para poder ser absorbidos. Sin embargo, puede haber situaciones en que esta enzima es inexistente o está en cantidad insuficiente, provocando cólicos y diarrea. La intolerancia a la lactosa es muy frecuente en los bebés porque su intestino todavía está inmaduro.
5. Lechugas para bebés con malestar intestinal
La incomodidad intestinal es muy frecuente en los bebés porque el intestino todavía está inmaduro, provocando cólicos y estreñimiento.
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como Neslac Comfort o Nan Confort, que además de favorecer la presencia de bacterias buenas para el intestino, reducen también los cólicos y el estreñimiento.6. Leche para bebés prematuros Las necesidades nutricionales de los bebés prematuros son diferentes de los bebés con peso normal. En estos casos, habrá que optar por fórmulas adaptadas a esta situación, hasta que el médico indique el cambio a una leche adaptada regular, o que la lactancia sea posible.
Además de una elección acertada de la fórmula, es importante adoptar ciertos cuidados en su preparación. Así, la preparación de las leches debe hacerse con agua previenen hervida, teniendo siempre el cuidado de dejar enfriar el agua antes de la preparación, de forma que no queme la boca del bebé ni destruya los probióticos presentes en la leche.
La Organización Mundial de la Salud recomienda la lactancia hasta el sexto mes de vida, como fuente exclusiva de alimentación del bebé.