Lo que sucede en el cuerpo durante un viaje de avión
Durante un viaje en avión, el cuerpo puede sufrir alteraciones que están relacionadas con la baja presión del aire en el interior del avión, llevando a la disminución de la humedad del ambiente y de la oxigenación del organismo.
Estos factores pueden provocar síntomas como dolor de oídos, hinchazón de las piernas, alteración del gusto, deshidratación, entre otros, que pueden aliviarse siguiendo algunos consejos.
1. El cuerpo queda deshidratado
La humedad del aire dentro del avión es de menos de la mitad del valor ideal, lo que lleva a que el agua de la piel se evapore más fácilmente, resecando así la piel, la mucosa de la boca, nariz y la garganta y los ojos. Además, la baja humedad puede todavía desencadenar crisis en personas con asma o bronquitis crónica.
Por eso, se recomienda beber mucha agua durante el vuelo e hidratar los labios y la piel tan pronto como sea posible.
2. Las piernas y los pies se hinchan
Estar mucho tiempo sentado durante un vuelo hace que la sangre se acumule en las piernas y los pies, provocando hinchazón, pudiendo aumentar el riesgo de trombosis.
Así, se recomienda la estimulación de la circulación moviendo los pies hacia arriba y hacia abajo, dar una caminata por el avión o incluso vestir unas medias de compresión antes del vuelo. 3. El cuerpo se expone a la radiación
Durante un vuelo de unas 7 horas, el cuerpo se expone a una dosis de radiación cósmica muy similar a la radiación de una radiografía. Ya existen aplicaciones que pueden medir las cantidades de radiación a las que la persona se expone durante el vuelo.
4. El paladar queda alterado
Las condiciones existentes dentro de la cabina del avión como la baja presión y el aire seco, provocan alteraciones en el olfato y paladar, disminuyendo así la percepción del dulce y del salado, lo que explica el sabor desagradable normalmente relatado en relación a la comida de avión. Sin embargo, para combatir la pérdida de estos sentidos, algunas compañías aéreas ya condimentan más la comida, para hacer las comidas más sabrosas.
5. El oído duele
El dolor en el oído al andar en avión surge debido al cambio de presión que ocurre cuando el avión despega o se posa.
Para evitar o reducir el dolor de oídos durante el vuelo se puede masticar un chicle o algún alimento, usar un spray nasal para reequilibrar la presión interna o bostezar intencionalmente para mover los huesos y los músculos de la cara, favoreciendo la regulación de la presión la presión. Aprende más consejos para evitar el dolor de oído en el avión.
6. La barriga se hincha
Durante un viaje en avión, el metabolismo se vuelve más lento porque la persona se queda mucho tiempo sentada, y el cambio de presión provoca gases que circulan por el cuerpo, causando dolor e hinchazón de la barriga.
Para reducir la incomodidad, lo ideal es intentar caminar por el avión y comer poco durante el vuelo o incluso hacer una comida más ligera en la víspera del viaje. Se sabe que los alimentos que causan gases.
7. El oxígeno en la sangre disminuye
Cuando el avión alcanza la altura máxima, hace que el oxígeno disponible en el aire sea menor, haciendo que la sangre absorba menos oxígeno, pudiendo causar mareos, somnolencia y perjudicar la agilidad mental.
En personas jóvenes y sanos, esta disminución no se siente tanto porque el cuerpo compensa esta reducción del oxígeno con el aumento de la frecuencia cardíaca, respiratoria, y de la cantidad de aire inspirado. Sin embargo, las personas con enfermedades cardíacas o pulmonares deben consultar al médico antes de hacer un viaje en avión.
8. El riesgo de enfermedades aumenta
Por ser un ambiente cerrado, presurizado y recibir personas de todas las partes del mundo que se cierran en el mismo lugar durante varias horas, existe el riesgo aumentado de transmisión de enfermedades, en que el contagio ocurre en el trans- vuelo, pero los síntomas sólo surgen más tarde.
Para prevenir que haya contagio, se debe evitar beber agua sin ser en envase sellado y lavar bien las manos con frecuencia durante el vuelo y antes de comer.