El sarampión es una enfermedad altamente contagiosa causada por el virus llamadoMorbilivirus, que genera fiebre, tos, secreción nasal y conjuntivitis, con pequeñas bolitas rojizas que empiezan cerca del cuero cabelludo y luego van descendiendo, extendiéndose por todo el cuerpo. Esta enfermedad pasa de una persona a otra a través de las gotitas de saliva que se extienden por el aire.
El tratamiento del sarampión se hace para aliviar los síntomas porque esta enfermedad es causada por un virus y por eso el cuerpo puede deshacerse de él solo, sin la necesidad de antibióticos.
La vacuna contra el sarampión es la mejor forma de prevenir la enfermedad y forma parte del calendario básico de vacunación infantil, con los niños entre 12 y 15 meses, con un refuerzo de entre 4 y 6 años. Esta vacuna es altamente eficaz pero como el virus puede sufrir una mutación, a veces incluso las personas vacunadas pueden ser infectadas por el sarampión.
El tiempo de incubación del virus del sarampión, es de 10 días, y 4 días después aparece la fiebre, que es el primer síntoma del sarampión. La tos y la conjuntivitis surgen inmediatamente después, hasta que las manchas en la piel empiezan a manifestarse. Cuando estas manchas surgen, en unos 3 días, los otros síntomas comienzan a disminuir y generalmente las manchitas en la piel desaparecen en hasta 5 días y cuando están desapareciendo pueden causar descamación en la piel.
Los signos y síntomas del sarampión son:
Haga la prueba en línea y descubra si tiene sarampión en: Síntomas del sarampión.
El diagnóstico del sarampión puede hacerse a través de la observación de sus síntomas, especialmente en los lugares más afectados por la enfermedad, o en caso de epidemia, pero puede ser necesario hacer un análisis de sangre que evidencia la presencia de virus y anticuerpos contra el sarampión, cuando se encuentra en una ciudad que raramente es afectada por la enfermedad.
Otras enfermedades que pueden causar síntomas similares y por lo que pueden ser confundidas con el sarampión son rubéola, roséola, escarlatina, enfermedad de Kawasaki, mononucleosis infecciosa, fiebre maculosa de las montañas rocosas, infección por enterovirus o adenovirus y la sensibilidad a los medicamentos. La rubéola es una enfermedad menos grave sin tos.
El tratamiento del sarampión consiste en disminuir los síntomas con reposo, hidratación y con la toma de medicamentos para bajar la fiebre como Dipirona. Limpiar los ojos con una gasa limpia mojada en agua tibia puede aliviar la conjuntivitis. Pero la organización mundial de la salud indica la toma de vitamina A para todos los niños diagnosticados con sarampión.
Normalmente la persona con sarampión se recupera completamente, alcanzando la curación en unos 10 días después del inicio de los síntomas. Pero el médico puede indicar el uso de antibióticos cuando existen evidencias de infección bacteriana, si la persona presenta también infección de oído o neumonía, por ejemplo, porque estas son complicaciones comunes del sarampión. Vea cómo puede aliviar los síntomas del sarampión para curarse más rápido en: Tratamiento del Sarampión.
El sarampión es una enfermedad altamente contagiosa, pero quien en las personas que tienen el sistema inmune debilitado, pueden surgir complicaciones y por eso, en ese caso, ellas necesitan ser acompañadas con consultas diarias, o puede ser necesario internamiento hospitalario. Algunas complicaciones que pueden surgir son:
Si una embarazada se contamina, corre el riesgo de sufrir un parto precoz o un aborto espontáneo.
Algunas situaciones en las que la persona puede estar con el sistema inmune tan débil, que su cuerpo no puede defenderse del virus del sarampión, incluyen a las personas en tratamiento contra el cáncer o contra el SIDA, los niños que ya nacieron con el virus VIH , personas que recibieron algún trasplante de órgano o que están en estado de desnutrición.
En Brasil hay pocos casos de muertes debido al sarampión, pero en África Occidental y en campos de refugiados los niños son los más afectados, con alto índice de mortalidad.
El contagio del sarampión se produce principalmente a través del aire, cuando una persona infectada, tos o estornuda y otra que se encuentra cerca inhala estas secreciones. Durante los 4 días que preceden a las manchitas en la piel hasta su desaparición completa el paciente está peligrosamente infectante, porque es cuando las secreciones están bien activas y la persona no toma todo el cuidado necesario para no infectar otras.
El aislamiento es uno ha sido eficaz de prevenir el contagio de la enfermedad aunque solamente la vacunación es realmente eficaz. Por eso, si una persona es diagnosticada con sarampión, todos los que mantengan contacto cercano con ella, como los padres y hermanos, deben ser vacunados, si aún no lo han sido, y el enfermo debe quedarse en casa, de reposo, sin ir a casa la escuela o el trabajo, para no contaminar a los demás. Ver más formas de protegerse en: Transmisión del sarampión.
Existen 3 formas de tomar la vacuna del sarampión, la vacuna exclusiva o las combinadas: vacuna triple-viral contra el sarampión, la paperas y la rubéola, o la vacuna tetraviral, que también protege a la varicela. La vacuna se puede dar a partir de los 6 y 15 meses de vida, con refuerzo a los 4 a 6 años de edad. Generalmente la vacunación se realiza a los 12 meses, con refuerzo a los 5 años y así el niño queda protegido para siempre.
Cualquier persona puede ser vacunada, siempre que aún no haya tomado la vacuna, pero la vacuna del sarampión también puede ser administrada en personas expuestas al virus, como cuando los padres no han sido vacunados y tienen un hijo con sarampión. Pero en ese caso, para que tenga efecto, la persona debe ser vacunada hasta 3 después del surgimiento de los síntomas en el hijo, por ejemplo.
En las personas no vacunadas, la posibilidad de tener sarampión es alta, pero la vacunación protege contra la enfermedad, de forma eficaz, pero tener sarampión alguna vez en la vida, también inmuniza a la persona por toda la vida, y por eso no hay como tener el sarampión dos veces.