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Cómo es el contagio de la neumonía y cómo prevenir

La neumonía es una inflamación de los pulmones, generalmente provocada por infecciones por bacterias, virus o hongos. A pesar de que la neumonía en sí no es contagiosa, los microorganismos que causan esta enfermedad pueden ser transmitidos de una persona a otra, siendo más fácil que la enfermedad se instale en las personas con el sistema inmune debilitado, como en ancianos, niños, personas que fuman o no, personas que tienen alguna deficiencia nutricional, por ejemplo.

Así, para mantenerse fortalecido y evitar tomar una neumonía, es posible seguir algunos consejos, como:

  1. Manténgase bien hidratado y bien nutrido, con alimentación equilibrada y cerca de 2 litros de agua al día, pues una inmunidad bien activa y capaz de combatir a los agentes causantes, como virus y bacterias, antes de que la infección alcance los pulmones. Compruebe los alimentos que aumentan la inmunidad.
  2. Evitar el tabaquismo, pues el hábito de fumar causa inflamaciones en los tejidos de las vías aéreas que facilitan la proliferación de microorganismos;
  3. Controlar las crisis de rinitis alérgica, al evitar situaciones que desencadenan la alergia, como polvo, pelos de animales, polen o ácaros, por ejemplo, porque la inflamación provocada por la alergia puede funcionar como puerta de entrada para virus, bacterias y hongos;
  4. Mantener el aire acondicionado limpio en condiciones adecuadas para el uso, pues suelen dejar el aire muy seco y esparcir agentes que causan alergias;
  5. Humidificar el aire, usando el humidificador o moviendo una cuenca con agua en las habitaciones por la noche, principalmente en invierno, cuando el aire se seca más y aumenta la cantidad de contaminación en el aire e irritación de las vías aéreas;
  6. Mantener las manos limpias, con lavados frecuentes o uso de alcohol gel, siempre que esté en ambientes públicos, como shoppings, autobuses o metro;
  7. Evitar lugares cerrados y con mucha gente, principalmente en épocas de epidemias de infecciones, pues esto facilita la transmisión. Ver cuáles son y cómo evitar las enfermedades más comunes del invierno.
  8. Disminuir el consumo de bebidas alcohólicas, pues el alcoholismo contribuye al desarrollo de las neumonías al comprometer la inmunidad y facilitar aspiraciones de secreciones y vómitos;
  9. Evitar el engaño con alimentos, que son muy comunes en ancianos acamados o personas con enfermedades neurológicas, que tienen dificultades para tragar, y para ello, es importante nunca ofrecer alimentos con la persona acostada, además de pasar por una consulta con un fonoaudiólogo para determinar qué consistencia de comida es la ideal para facilitar la deglución de la persona;
  10. Vacunarse anualmente contra la gripe, pues las vacunas están preparadas para la protección contra los virus más peligrosos que circulan en el ambiente a lo largo del año, siendo muy importante ser hecha para niños hasta 5 años, ancianos y portadores de enfermedades crónicas, como la diabetes, las cardiopatías y las enfermedades pulmonares.

Además, las personas que tienen enfermedades crónicas, como la diabetes, las cardiopatías, las enfermedades respiratorias o las enfermedades del hígado, por ejemplo, deben mantenerlas siempre bien tratadas y controladas, con el uso correcto de los medicamentos y el seguimiento médico, pues la descompensación de estas enfermedades compromete la inmunidad y facilita la infección de los pulmones.

Como é o contágio da pneumonia e como prevenir

Cómo prevenir la neumonía infantil

Los bebés y niños de hasta cerca de 2 años ya tienen una predisposición a las infecciones debido al sistema inmune aún en desarrollo. Por eso, es importante no exponer al niño al contacto con personas con infecciones respiratorias, como gripes y resfriados, además de evitar frecuentar ambientes muy llenos o con exceso de contaminación y humos de cigarrillo, principalmente en períodos de epidemias de infecciones.

La alimentación también debe ser bien equilibrada, preferentemente con lactancia materna exclusiva hasta alrededor de los 6 meses, para que las defensas del niño estén bien desarrolladas, e iniciar la introducción de nuevos alimentos según la orientación del pediatra. Compruebe cuál es la alimentación adecuada y cuál es la rutina alimentaria ideal para el bebé.

Además, los niños también deben ser vacunados anualmente a la gripe, principalmente aquellos con historias de infecciones repetidas o que tienen problemas pulmonares, como bronquitis y asma.

¿La neumonía es grave?

La mayoría de las veces, la neumonía no es grave, y puede ser tratada en casa de acuerdo con su causa, generalmente, con comprimidos antibióticos, como Amoxicilina y Azitromicina, y algunos cuidados como reposo e hidratación, orientados por el médico. En el caso de la neumonía, algunas directrices para el tratamiento de la neumonía.

Sin embargo, en algunos casos, la neumonía puede evolucionar de forma grave, causando señales como dificultad para respirar, confusión mental y alteración en el funcionamiento de otros órganos. En estos casos, es necesaria la internación hospitalaria, uso de medicamentos en la vena y, hasta, uso de oxígeno para auxiliar la respiración.

Algunos factores que determinan la gravedad de una neumonía son:

  • Tipo de microorganismo, que pueden ser más agresivos, como bacterias del tipo Klebsiella pneumoniae y Pseudomonas aeruginosa, por ejemplo, que son muy peligrosas por tener una gran capacidad de infección y ser resistentes a muchos antibióticos;
  • Inmunidad de la persona, que es importante para crear barreras e impedir la infección de los pulmones, estando perjudicada en ancianos, bebés y personas con enfermedades autoinmunes, SIDA, cáncer o diabetes descompensada, por ejemplo;
  • Tiempo de inicio del tratamiento, ya que una rápida detección temprana del tratamiento impide que la infección se agrave y se vuelva más difícil de tratar.

Así, en presencia de signos y síntomas que indiquen una neumonía, es importante pasar por una evaluación médica para un diagnóstico rápido y el inicio del tratamiento cuanto antes.