La electroterapia consiste en el uso de corrientes eléctricas para la realización de un tratamiento fisioterápico. Para que sea hecha, el fisioterapeuta coloca electrodos en la superficie de la piel, por donde pasan corrientes de baja intensidad, que no traen riesgo para la salud, y son útiles para el tratamiento de condiciones como hinchazón, dolor, espasmos o para fortalecimiento muscular, por ejemplo.
Durante una sesión de fisioterapia es común el uso de al menos un equipo de electroterapia para ayudar en el control del dolor, espasmo, mejorar la irrigación sanguínea, acelerar la cicatrización de la piel y la regeneración de otros tejidos. Cada persona necesita un tipo de aparato específico, que puede ser regulado de acuerdo a su necesidad durante cada fase del tratamiento.
Existen variadas técnicas de aplicación de la electroterapia, con el uso de aparatos específicos, que pueden contribuir de maneras diferentes durante el tratamiento de rehabilitación. Las principales son:
Consiste en la emisión de corrientes eléctricas pulsadas que estimulan nervios y músculos a través de la piel, lo que bloquea los signos de dolor y aumenta la producción de sustancias fisiológicas del organismo que tienen efecto analgésico, como las endorfinas.
Para la aplicación, los electrodos se colocan directamente en la piel, y la intensidad de la corriente eléctrica se ajusta para cada persona. Generalmente, el tratamiento se realiza en días alternos, y el número de sesiones de individualizada de acuerdo a las necesidades de cada persona, generalmente durante 20 minutos.
El aparato de ultrasonido utilizado en la electroterapia es capaz de emitir ondas sonoras que proporcionan vibraciones mecánicas que favorecen la regeneración de los tejidos afectados, por la estimulación del flujo de sangre y el aumento del metabolismo.
Esta técnica se realiza a través del deslizamiento del aparato sobre la piel, después de haber sido limpiada y preparada con un gel, y el número de sesiones es indicado por el fisioterapeuta, de acuerdo con las necesidades de cada persona. El tiempo de tratamiento debe ser de al menos 5 minutos para cada área de 5 centímetros.
Es una técnica de electroestimulación que actúa en el nivel muscular, hecha con electrodos posicionados estratégicamente en la región a ser tratada, siendo capaz de promover un aumento de la fuerza y del volumen muscular, pues actúa mejorando la circulación sanguínea y reduciendo la circulación flacidez local. La corriente rusa es muy utilizada en tratamientos estéticos, facilitando el drenaje linfático y combatiendo la flacidez. Más información sobre cómo se hace la corriente rusa.
Laser es un tipo de fototerapia capaz de producir un efecto antiinflamatorio, analgésico, regenerador y cicatrizante de los tejidos. La aplicación del láser suele ser hecha por el fisioterapeuta en el lugar del dolor, y la dosis y número de sesiones realizadas dependerá del tipo y gravedad de la lesión.
La Fes es un aparato que lleva a la contracción muscular de un grupo muscular paralizado o extremadamente débil, como en caso de parálisis cerebral, hemiplejía o paraplejia, por ejemplo.
Este es un aparato que sirve para promover el calor de forma más profunda en el cuerpo, porque calienta la sangre, disminuye la inflamación, la rigidez muscular y alivia los espasmos en los músculos profundos del cuerpo. Además, regenera tejidos lesionados, disminuye los hematomas y favorece la regeneración de los nervios periféricos.
Este es un tratamiento combinado que consiste en primero en tomar una sustancia llamada psoraleno, indicada por el médico, y 2 horas después de su toma, exponer el área que será tratada a la radiación ultravioleta. También es posible aplicar psoraleno en forma de pomada o mezclar en una cuenca con agua, manteniendo la parte a tratada inmersa durante la exposición a la radiación.