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¿Qué es la gastrostomía y cómo cuidar la sonda

La gastrostomía, también conocida como gastrostomía endoscópica percutánea o PEG, consiste en la colocación de un pequeño tubo flexible, conocido como sonda, desde la piel, directamente hasta el estómago, para permitir la alimentación en casos en que la vía oral no puede ser utilizada .

Así, la colocación de una gastrostomía normalmente se utiliza en casos de:

  • AVC;
  • Hemorragia cerebral;
  • Parálisis cerebral;
  • Tumores en la garganta;
  • Esclerosis lateral amiotrófica;
  • Dificultad grave para tragar.

Algunos de estos casos pueden ser temporales, como ocurre en situaciones de accidente cerebrovascular, en que la persona utiliza la gastrostomía hasta que pueda alimentarse de nuevo, pero en otros puede ser necesario mantener la sonda durante varios años o, incluso, durante toda la vida.

Esta técnica se puede utilizar temporalmente después de las cirugías, especialmente cuando se trata del aparato digestivo o respiratorio, por ejemplo.

O que é a gastrostomia e como cuidar da sonda

9 pasos para alimentar a través de la sonda

Antes de alimentar a la persona con sonda de gastrostomía es muy importante colocarla sentada o con la cabecera de la cama elevada, para evitar que la comida suba del estómago al esófago, provocando sensación de sensación acidez estomacal. Después, se debe seguir el paso a paso:

  1. Examine el tubo para asegurarse de que no hay pliegues que puedan impedir el paso de la comida;
  2. Cierre el tubo, usando el clip o dobla la punta, para que el aire no entre en el tubo;
  3. Abra la tapa de la sonda y coloque la jeringa de alimentación llena con 50 a 60 mL de agua;
  4. Retire el clip o despliegue la punta de la sonda, siempre con la jeringa insertada en el tubo;
  5. Empuje el agua lentamente hacia el interior de la sonda, pero pare si aparece dolor o mucha presión, y avise al médico oa un enfermero;
  6. Vuelva a doblar la punta de la sonda o cierre el tubo con el clip y luego retire la jeringa;
  7. Llene la jeringa con la comida triturada, en la cantidad de 50 a 60 mL;
  8. Vuelva a repetir los pasos para cerrar el tubo y colocar la jeringa en la sonda, teniendo siempre cuidado de no dejar el tubo abierto;
  9. Empuje el émbolo de la jeringa con cuidado, insertando la comida lentamente en el estómago. Repita las veces necesarias hasta administrar la cantidad recomendada por el nutricionista.

Después de administrar toda la comida a través de la sonda es importante lavar la jeringa y llenar con 50 ml de agua, volviendo a colocar a través de la sonda para lavarla y evitar que los pedazos de comida se acumulan, obstruyendo el tubo.

Estos cuidados son muy parecidos a los de la sonda nasogástrica, por lo que ver el vídeo para observar cómo mantener siempre el tubo cerrado, evitando que entre el aire:

Imagem ilustrativa do vídeo: Como alimentar uma pessoa por sonda

Cómo debe ser la comida

La comida debe ser siempre bien triturada y tampoco no contener pedazos muy grandes, por lo que se recomienda coar la mezcla antes de colocar en la jeringa. El plan alimentario debe ser siempre orientado por un nutricionista para garantizar que no existen carencias de vitaminas y, por eso, después de la colocación de la sonda, el médico puede encaminar para consultas con el nutricionista. Vea algunas sugerencias de cómo debe ser la alimentación para la sonda.

Siempre que sea necesario administrar remedios, se debe triturar bien el comprimido y mezclar en la comida o en el agua que será administrada. Sin embargo, se aconseja no mezclar medicamentos en la misma jeringa, ya que algunos pueden ser incompatibles.

Cómo cuidar la herida de la gastrostomía

En las primeras 2 a 3 semanas la herida de la gastrostomía es tratada por un enfermero en el hospital, pues es necesario tener más cuidados para evitar una infección e incluso evaluar el local constantemente. Sin embargo, después de tener alta y volver a casa es necesario mantener algunos cuidados con la herida, para evitar que la piel se enoja y surja algún tipo de incomodidad.

El cuidado más importante es mantener el local siempre limpio y seco, por lo que se aconseja lavar la región al menos 1 vez al día con agua tibia, una gasa limpia y un jabón de pH neutro. Pero también es importante evitar ropas muy apretadas o colocar cremas con perfumes o productos químicos en el lugar.

Al lavar la zona de la herida se debe observar la piel para asegurarse de que no existen signos de infección, como enrojecimiento, hinchazón o dolor al tacto, por ejemplo. Si esto ocurre, se debe ir al hospital o informar al médico.