Miringitis: Síntomas, Causas y Tratamiento
La miringitis infecciosa es una inflamación de la membrana del tímpano, dentro del oído interno, debido a una infección, que puede ser viral o bacteriana.
Los síntomas se inician de forma repentina con una sensación de dolor en el oído que dura entre 24 y 48 horas. La persona generalmente presenta fiebre y puede haber una disminución de la audición, cuando la infección es bacteriana.
La infección es a menudo tratada con antibióticos, pero para aliviar el dolor, también pueden ser indicados analgésicos. Cuando hay miringitis bullosa, donde hay formación de pequeñas burbujas llenas de líquido sobre la membrana del tímpano, el médico puede hacer la ruptura de esa membrana, lo que trae un gran alivio del dolor.
Tipos de miringitis
La miringitis puede ser clasificada como:
- Miringitis bullosa: es cuando se forma una burbuja sobre el tímpano causando intenso dolor, generalmente es causada por el Mycoplasma.
- Miringitis infecciosa: es la presencia de virus o bacterias sobre la membrana del tímpano
- Miringitis aguda: es exactamente el mismo término que otitis media, o dolor de oído.
Las causas de la miringitis generalmente están relacionadas con una gripe o resfriado porque los virus o bacterias presentes en las vías aéreas pueden llegar al oído interno, donde se proliferan causando esta infección. Los bebés y los niños son los más afectados.
Cómo es el tratamiento
El tratamiento debe ser indicado por el médico y se realiza con la toma de antibióticos y analgésicos que se deben utilizar con intervalos de 4, 6 o 8 horas. El antibiótico debe ser utilizado por 8 a 10 días, según la indicación médica, y durante el tratamiento es importante mantener siempre la nariz limpia, removiendo toda secreción.
Se debe volver al médico cuando incluso después de haber iniciado el uso del antibiótico, haya persistencia de los síntomas en las próximas 24 horas, principalmente de la fiebre, porque eso indica que el antibiótico no está teniendo el efecto esperado, siendo necesario cambiar por otro.
En los niños que presentan más de 4 episodios de infección de oído al año, el pediatra puede recomendar que se haga una cirugía para colocar un pequeño tubo dentro del oído, bajo anestesia general, para permitir una mejor ventilación, y evitar nuevos episodios de esta enfermedad . Otra posibilidad más simple, pero que puede ser eficiente, es hacer al niño llenar un globo de aire, sólo con el aire que sale de sus narinas.