¿Qué es y para qué sirve la biopsia
Cuando el médico pide una biopsia es porque existe la sospechosación de que el tejido tiene algún cambio que no puede ser visto en otros exámenes, por lo que es necesario realizar el examen rápidamente para diagnosticar el problema de salud para iniciar el tratamiento tan pronto como sea posible.
Cuando puede ser necesario realizar una biopsia
En la mayoría de los casos las biopsias son necesarias cuando hay sospechas de cambios en las células, como ocurre con las sospechas de cáncer o cuando hay una señal o verruga en la piel con características sospechosas.
Cuando existen enfermedades infecciosas, la biopsia puede ayudar a identificar al agente que está en el origen de la infección y en el caso de enfermedades autoinmunes puede ayudar a identificar si existen alteraciones en los órganos o tejidos internos.
Como se hace la biopsia
En la mayoría de los casos las biopsias se realizan con anestesia local o con sedación leve, siendo generalmente un procedimiento rápido, indoloro y que no requiere ingreso. Durante este procedimiento el médico recogerá el material, que posteriormente se analizará en laboratorio.
En el caso de las biopsias internas, el procedimiento generalmente se orienta por imágenes, utilizando técnicas como la tomografía computarizada, la ecografía o la resonancia magnética, por ejemplo, que permiten la observación de los órganos.
En los días siguientes, el lugar donde se realizó la perforación de la biopsia necesita ser limpiado y desinfectado de acuerdo con las indicaciones dadas por el médico, pudiendo en algunos casos ser recomendada la toma de antibióticos que auxilien en la cicatrización.
¿Cuáles son las biopsias más comunes? Existen diversos tipos de biopsias que se pueden realizar, y algunas de las más comunes son:
Biopsia del útero: sirve para identificar posibles alteraciones en el tejido de revestimiento del útero que puedan indicar un crecimiento anormal del endometrio, el útero o el cáncer, por ejemplo;
Biopsia de la próstata: sirve para identificar posibles cambios en la próstata;
- Biopsia del hígado: sirve para diagnosticar cáncer u otras lesiones del hígado como cirrosis o hepatitis B y C;
- Biopsia de la médula: ayuda en el diagnóstico y acompaña la evolución de enfermedades en la sangre como leucemia y linfoma.
- Biopsia de los riñones: generalmente se realiza cuando hay proteínas o sangre en la orina, ayudando en la identificación de problemas en los riñones.
- El tipo de biopsia a realizar depende del problema a identificar. El resultado de la biopsia puede ser negativo o positivo y el médico siempre puede pedir la repetición del examen para eliminar la hipótesis de falso positivo.
- Además de la biopsia tradicional también existe la biopsia líquida, que es un examen de sangre para identificar y analizar las células cancerígenas, siendo en algunas situaciones una alternativa a la biopsia clásica.