Lo que es y lo que causa la piromania
La piromania es un trastorno psicológico en el que la persona tiende a provocar incendios, por sentir placer y satisfacción en el proceso de preparación del incendio o al observar los resultados y estragos provocados por el fuego. Además, todavía hay personas a las que les encanta encender para ver toda la confusión de los bomberos y los habitantes tratando de combatir las llamas.
Aunque este trastorno es más frecuente en niños y adolescentes, para llamar a la atención de los padres o si se rebelan, también puede ocurrir en la edad adulta. Sin embargo, mientras los jóvenes generalmente hacen pequeños fuegos en casa, los adultos necesitan emociones más fuertes, pudiendo atrapar fuego en casa o en los bosques y resultar en un desastre.
Para ser considerado piromania, el piromaníaco no debe tener ninguna intención como ganancia financiera o necesidad de ocultar una actividad criminal, por ejemplo. En estos casos, el proceso de encender es sólo considerado una acción criminal, sin ningún trastorno psicológico.
Principales signos y síntomas
En la mayoría de los casos es bastante difícil identificar un piromaníaco, pero la señal más frecuente es cuando la persona está constantemente relacionada con los incendios sin causa específica, aunque niegue cualquier implicación o parezca estar presente sólo para ayudar.
Además, alguien con piromania también tiende a:
- caminar constantemente deprimido;
- Crear conflictos con personas cercanas;
- Mostrar irritabilidad fácil.
Los incendios normalmente surgen durante períodos de gran estrés, como pérdida de empleo, durante una separación o muerte de algún familiar, por ejemplo.
¿Qué causa la piromania? La piromania es un trastorno bastante complejo y, por lo tanto, sus causas aún no se conocen. Sin embargo, existen algunos factores que parecen contribuir al desarrollo de la piromania, como tener falta de capacidades sociales, tener necesidad de atención frecuente o no haber tenido supervisión de los padres durante la infancia.
Cómo confirmar el diagnóstico
Una vez que es difícil identificar los síntomas en un piromaníaco, el médico también puede tener dificultad para identificar el trastorno, especialmente si no es la persona a pedir ayuda.
Sin embargo, para ser considerado piromania deben existir algunos criterios, que incluyen:
Atear fuegos de forma consciente en más de una ocasión;
- Sentir estrés o tensión emocional antes de provocar el fuego;
- Mostrar fascinación o sentirse curioso con todo lo que implica fuego, como el equipo de bomberos y la destrucción causada;
- Sentir alivio o placer después de encender el fuego o después de observar los resultados;
- No tener otros motivos para provocar el fuego, cómo ganar el dinero del seguro de la casa o ocultar un crimen.
- Durante el intento de diagnóstico, el médico puede sugerir otros trastornos con síntomas similares como personalidad Borderline, esquizofrenia o personalidad antisocial.
Cómo se realiza el tratamiento
El tratamiento para la piromania debe ser adecuado para cada persona, de acuerdo con los factores que pueden estar en el desarrollo del trastorno. Así, para iniciar el tratamiento es aconsejable consultar a un psicólogo o un psiquiatra para hacer una entrevista a la propia persona ya la familia, para entender lo que puede estar en la base del problema.
Después, el tratamiento se realiza con sesiones de psicoterapia que ayudan a la persona a combatir el problema que está en la base de la piromania, permitiendo identificar otras formas más seguras y saludables de liberar el estrés acumulado.
Normalmente, el tratamiento es más fácil en los niños que en los adultos y, por lo tanto, además de la psicoterapia, los adultos también pueden necesitar tomar antidepresivos, como Citalopram o Fluoxetina, para disminuir los síntomas e impedir el impulso incontrolable de provocar fuego.