¿Qué es la septicemia, los síntomas y cómo tratar las enfermedades infecciosas?
Lo que puede causar septicemia
La septicemia puede surgir en cualquier persona que tenga una infección localizada que no sea tratada, como infección urinaria o neumonía, por ejemplo. Sin embargo, es más frecuente en los recién nacidos, siendo conocida como septicemia neonatal, o en ancianos, debido al sistema inmune más debilitado.
Además, las personas con quemaduras o heridas graves, que utilizan sonda vesical o tienen un sistema inmune debilitado, también presentan un riesgo mayor de desarrollar una septicemia.
Principales síntomas
Los síntomas de la septicemia surgen muy rápidamente y son más frecuentes después de una cirugía o cuando se tiene otra infección en el cuerpo. Algunos de los síntomas iniciales incluyen:
Fiebre constante por encima de 38ºC;
Calafrios;
Respiración muy rápida;
- Batidos rápidos del corazón.
- Cuando la septicemia no se trata inicialmente, pueden aparecer otros síntomas más graves como;
- Enlos y vómitos;
- Confusión y dificultad para pensar;
Pinturas rojas en la piel;
- Disminución de la cantidad de orina.
- En cuanto surgen estos síntomas es aconsejado ir inmediatamente al hospital para confirmar si se trata de un caso de septicemia, debiéndose evitar quedarse en casa evaluando si los síntomas mejoran con el tiempo.
- Cuanto antes se inicia el tratamiento, mayores son las posibilidades de evitar complicaciones graves como sepsis y quiebra de los órganos internos.
- Cómo se realiza el tratamiento
El tratamiento de la septicemia se debe realizar en el hospital para recibir oxígeno y hacer antibióticos directamente en la vena que ayudan a combatir las bacterias que están causando la infección generalizada.
Normalmente, el tratamiento de la septicemia dura hasta 10 días pero, dependiendo de la gravedad de la situación, el paciente puede necesitar hacer tratamiento con otros medicamentos para regular la presión arterial, por ejemplo, siendo necesario permanecer internado por más tiempo.