Signos que indican autismo de 0 a 3 años

Normalmente el niño que tiene algún grado de autismo tiene dificultades para comunicarse y jugar con otros niños, aunque no parece ningún cambio físico. Además, también puede presentar comportamientos inadecuados que, muchas veces, son justificados por los padres o familiares como hiperactividad o timidez, por ejemplo. El autismo es un síndrome que causa problemas en la comunicación, la socialización y el comportamiento, y su diagnóstico sólo puede ser confirmado cuando el niño ya puede comunicarse a demostrar los signos, lo que suele ocurrir entre los 2 y 3 años de edad. Para saber sobre lo que es y lo que causa esta condición, compruebe autismo infantil.

Sin embargo, en el bebé de 0 a 3 años de edad, ya es posible notar algunos de los signos y síntomas de alerta, como:

1. Recién nacido no reacciona a los sonidos

El bebé es capaz de oír y reaccionar a este estímulo desde el embarazo y cuando nace es normal asustarse cuando oye un ruido muy alto, como cuando un objeto cae cerca de él. También es normal que el niño gire la cara hacia el lado de donde viene el sonido de una canción o de un juguete y en este caso el bebé autista no demuestra ningún interés y no reacciona a ningún tipo de sonido, lo que puede dejar a sus padres preocupados, pensando en la posibilidad de sordera.

La prueba de la oreja puede ser realizada y demostrar que no existe ningún compromiso auditivo, aumentando la sospechosa de que el bebé tiene algún cambio.

2. Bebé no emite ningún sonido

Es normal que cuando los bebés estén despiertos, intente interactuar, llamando la atención de los padres o de sus cuidadores con pequeños gritos y gemidos, que se llaman balbucear. En el caso de autismo, el bebé no emite ningún sonido porque a pesar de no tener ningún compromiso en el habla, él prefiere quedarse callado, sin interactuar con los demás a su alrededor, así el bebé autista no emite sonidos como "baba", "ada" o "ohh".

Los niños de más de 2 años ya deben formar pequeñas frases, pero en el caso del autismo es común que no usen más de 2 palabras, formando una frase, y se limitan a señalar lo que desea usando el dedo de un adulto o repiten las palabras que se le dicen varias veces seguidas.

Lea las orientaciones de nuestro fonoaudiologista, para saber qué hacer si el niño sólo presenta cambios en el desarrollo del habla.

3. No sonríe y no tiene expresiones faciales

Los bebés pueden empezar a sonreír con cerca de 2 meses, y aunque no sepan exactamente lo que una sonrisa significa, ellos 'entrenan' estos movimientos faciales, especialmente cuando están cerca de los adultos y de otros niños. En el bebé autista la sonrisa no está presente y el niño puede aparentar siempre la misma expresión facial, como si nunca estuviera contento o satisfecho.

4. No le gustan los abrazos y los besos

Normalmente los bebés les gustan los besitos y los abrazos porque así se sienten más seguros y amados. En el caso del autismo, existe una cierta repulsa por la proximidad y por eso el bebé no le gusta quedarse en el regazo, no mira en los ojos

5. No responde cuando se llama

Con 1 año de edad el niño ya es capaz de responder cuando es llamada, así cuando el padre o la madre llama por ella, ella puede emitir algún sonido o ir a su encuentro. En el caso del autista, el niño no responde, no emite ningún sonido y no se dirige hacia quien la llama, ignorándola completamente, como si no hubiera oído nada.

6. No juega con otros niños

Además de no buscar estar cerca de otros niños, los autistas prefieren alejarse de ellas, evitando todo tipo de acercamiento, huyendo de ellas.

7. Tiene movimientos repetitivos

Una de las características del autismo son los movimientos estereotipados, que consisten en movimientos que se repiten de forma constante, como por ejemplo mover las manos, golpear la cabeza, golpear la cabeza en la pared, quedarse balanceándose o tener otros movimientos más complejos. Estos movimientos pueden comenzar a ser notados después de 1 año de vida y tienden a permanecer e intensificarse si el tratamiento no se inicia.

Si el bebé o el niño presentan algunas de estas señales se recomienda consultar al pediatra para evaluar el problema e identificar si es de hecho un síntoma de autismo, iniciando el tratamiento adecuado con sesiones de psicomotricidad, fonoaudiología y medicamentos , por ejemplo.

Generalmente, cuando el autismo es identificado precozmente, es posible hacer terapia con el niño, para mejorar sus capacidades de comunicación y relación, reduciendo drásticamente el grado de autismo y permitiendo que tenga una vida semejante a la de los otros niños de su edad.

Para entender cómo tratar, consulte el tratamiento del autismo.