Síntomas de pelagra

El síntoma inicial de pelagra es el surgimiento de áreas rojizas y simétricas en la piel. Son manchas fotosensibles, similares a quemaduras solares que empeoran con la exposición al sol.

Estos cambios en la piel no desaparecen y pueden oscurecerse, quedando parrachos, y suelen descamar.

En general, los síntomas relacionados con la piel se acompañan de trastornos que afectan a todo el tracto gastrointestinal. Es común que el paciente con pelagra presente náuseas, falta de apetito y diarrea fétida, que a veces puede ser sanguinolenta. El estómago puede no producir ácido en cantidad suficiente y la lengua y la boca se inflaman, presentando un color rojo brillante.

La pelagra también puede provocar cambios mentales, como fatiga, insomnio y apatía. Normalmente, estos síntomas preceden a una disfunción cerebral, con síntomas como confusión mental, desorientación, alucinaciones, amnesia e incluso psicosis maníaco-depresiva.