Espondilosa cervical
Síntomas de la espondilosa cervical
Los síntomas de la espondilosa cervical son:
dolor en el cuello;
- dificultad para girar el cuello;
- hormigueo / dificultad para mover 1 o los dos brazos.
- Dependiendo de la gravedad del compromiso, el brazo afectado puede sufrir una atrofia muscular, por falta de movimientos. Además, el dolor y el hormigueo en la región del cuello también pueden ser signos de hernia cervical, así que vea los síntomas de esta enfermedad aquí.
Diagnóstico de la espondilosa cervical
El diagnóstico de la espondilosa cervical es hecho por el ortopedista al analizar exámenes de imagen como la resonancia magnética y la tomografía computarizada, por ejemplo.
A través de estos exámenes se puede observar el estrechamiento del canal vertebral y la presencia de osteófitos, llamados popularmente de boquillas de loro, además del compromiso del disco intervertebral y la compresión de las raíces nerviosas.
Después de evaluar el individuo el médico deberá recomendar la fisioterapia como principal forma de tratamiento.
Tratamiento para la espondilosa cervical
El tratamiento para la espondilosa cervical puede incluir fisioterapia, el uso de un collar cervical suave, tracción cervical, antiinflamatorios, analgésicos y relajantes musculares, con el objetivo de aliviar los síntomas.
La fisioterapia es parte fundamental del tratamiento para la espondilosa cervical. En ella deberán ser utilizados recursos que promuevan la disminución del dolor, de la inflamación, y ejercicios de estiramiento de tracción cervical para reposicionar las vértebras de forma que la compresión de los nervios sea aliviada.
Cirugía para la espondilosa cervical
En los casos donde hay un gran compromiso del movimiento del cuello y de los brazos y no hay mejora del cuadro con la fisioterapia se puede recurrir a la cirugía.
Ella puede evitar la progresión de la enfermedad y traer alivio de los síntomas, pero es importante que el individuo continúe haciendo fisioterapia.