Enfermedad de Raynaud: cuando los dedos cambian de color

La enfermedad de raynaud se caracteriza por una alteración en la circulación sanguínea de las manos y de los pies, pudiendo alcanzar también los dedos , la nariz, los lóbulos de las orejas. La coloración de la piel varía bruscamente, volviéndose inicialmente pálida y fría, pasando a azul o púrpura y por fin, la piel vuelve a tener su coloración rojiza, normal. La causa que lleva al cambio repentino del color de esas regiones es desconocida, pero los estudios revelan que puede estar asociada con la exposición al frío y con cambios emocionales bruscos y por lo que esta enfermedad es más frecuente entre las mujeres. Su primer episodio ocurre comúnmente antes de los 40 años.

Las imágenes de la enfermedad de Raynaud

Síntomas de la enfermedad de Raynaud

Doença de Raynaud: quando os dedos mudam de cor

Los síntomas de esta enfermedad surgen en los días más fríos o cuando la persona necesita buscar algo en el congelador o entrar en el mar cuando el agua está muy fría. En este caso, la circulación sanguínea en las extremidades del cuerpo como:

Puntas de los dedos;

Orejas;
Nariz y
Pies.
Con menos sangre en estos lugares la región se vuelve blanquecina, fría y puede haber sensación de hormigueo, que indica, que hubo una falla de la circulación sanguínea en estos lugares.

Tratamiento para la enfermedad de raynaud

Generalmente este fenómeno no necesita tratamiento específico y siempre que ocurra basta con calentar los lugares afectados hasta que la circulación sanguínea vuelva a la normalidad. Sin embargo, es importante ir al médico si los locales afectados se vuelven muy oscuros, porque esto puede indicar la muerte de los tejidos debido a la falta de oxigenación, y en este caso, no siempre es posible salvar la región afectada, siendo necesario amputar la región afectada, .

Para evitar que la situación llegue a este punto es importante evitar los lugares fríos y se aconseja el uso de guantes y medias gruesas en invierno, por ejemplo. Otra orientación importante es no fumar, pues la nicotina reduce la afluencia de sangre a los extremos.

Remedios