La caída es la principal causa de accidente en los ancianos, pues cerca del 30% de las personas mayores de 65 años caen al menos 1 vez al año, siendo que las posibilidades aumentan aún más después de los 70 años ya medida que la edad aumenta.
La ocurrencia de una caída puede ser sólo un accidente, sin embargo, también puede indicar problemas relacionados a la salud del anciano, además de poder causar consecuencias muy negativas, como reducción de las funciones, necesidad de hospitalización o de institucionalización, que es la vivienda en casas de reposo o asilos.
Además, si el anciano ya ha presentado caídas anteriores, el riesgo de presentar nuevas caídas es mayor, por lo que es muy importante que la prevención ya se inicie antes de que este tipo de accidente ocurra, adoptando un hábito de vida saludable, la práctica de actividades físicas para el mantenimiento de la masa muscular y el calcio de los huesos, alimentación equilibrada, además de control de las enfermedades crónicas con seguimiento médico.
Los principales factores de riesgo para la caída en ancianos incluyen:
La falta de actividades físicas conduce a la pérdida de la fuerza muscular, del equilibrio y de la flexibilidad de las articulaciones, lo que empeora el rendimiento físico medido por la velocidad de la marcha o agilidad de sentarse y levantarse, y deja al anciano más frágil y con mayor riesgo de caídas. El sedentarismo es muy frecuente en la tercera edad, pues la práctica de ejercicios no es estimulada entre los ancianos, lo que es un error, pues cuanto menos se mueve el cuerpo, mayor es la declinación de las condiciones y capacidades físicas. La buena noticia es que en muchos casos esta pérdida puede ser recuperada, total o parcialmente, a pesar de que no es fácil. Sepa cómo evitar la pérdida de masa muscular en el anciano y cómo es posible recuperar.
2. Demencia o confusión mental
Además, en casos de demencias avanzadas, es común que el anciano presente episodios de agitación y estados mentales rebajados.
3. Uso de medicamentos en exceso
Algunos de los medicamentos más relacionados a estos efectos son antihipertensivos, diuréticos, calmantes o sedantes para dormir, algunos antidepresivos, antipsicóticos y opioides, por ejemplo.
4. Ambiente domiciliar
El uso de calzados inadecuados, del tipo zapatillas, como hawaianas, o zapatos con suela resbaladiza también es causa de caídas, debiendo ser evitados. El equilibrio puede empeorar por diversas situaciones, sobre todo por enfermedades ortopédicas o que causan mareo, como laberíntitis, hipotensión postural, enfermedades cardiovasculares, neurológicas o psiquiátricas, alteraciones endocrinas, así como uso de medicamentos.
Además, las alteraciones de la percepción del ambiente causadas por dificultades visuales, como por presbicia, catarata o glaucoma, o por deficiencias auditivas, son importantes causas de pérdida del equilibrio. Esta percepción también puede estar perjudicada por la pérdida de la sensibilidad de la piel, causada por la diabetes, por ejemplo.
La presencia de enfermedades crónicas, a citar artrites, osteoartritis, osteoporosis, enfermedades cardiovasculares, enfermedades pulmonares, depresión o insomnio, como agudas, como infecciones, arritmias cardiacas, accidentes cerebrovasculares, o, después de pasar por una cirugía, por ejemplo, están asociadas a una mayor facilidad de caídas en ancianos, tanto por el compromiso de la capacidad de locomoción como por causar mayor fragilidad y dependencia.
Cuanto mayor el número de enfermedades, o cuanto más grave, mayor es la limitación para ejercer actividades del día a día, por lo tanto, es importante que cada enfermedad sea detectada y tratada adecuadamente, a partir de un seguimiento médico regular. 7. Incontinencia
8. Desnutrición
Una nutrición inadecuada lleva a un aumento del riesgo de enfermedades, además de favorecer la pérdida de masa muscular, fragilidad y perjuicios al desempeño físico. Los ancianos que presentan enfermedades que dificultan la deglución de los alimentos, sobre todo si usan sondas, o que tienen dificultad para moverse y preparar sus alimentos están en mayor riesgo, y los cuidadores deben tener especial atención para el ofrecimiento de alimentos en la cantidad y calidad adecuadas.
Las caídas pueden tener serias consecuencias tanto físicas como psicológicas para el anciano, siendo que las fracturas óseas, principalmente del tobillo, rodilla, fémur, cadera y antebrazo, además de lesiones en las articulaciones y traumatismo craneal, ser muy limitantes y ser responsables de la necesidad de quedar acamado por mucho tiempo y causar una gran dependencia y reducción de la calidad de vida.
Las consecuencias psicológicas incluyen vergüenza, pérdida de la confianza en sí mismo, ansiedad y depresión. Otra grave consecuencia es el
, situación en que el anciano presenta un miedo de caer nuevamente y pérdida de la seguridad para desplazarse, y eso hace que quiera moverse menos y evite caminar, trayendo graves efectos relacionados al sedentarismo , que incluyen fragilidad, atrofia de los músculos y mayor dependencia para las actividades diarias.
Cómo hacer la prevención de caídas
Alrededor del 70% de las caídas ocurren dentro de casa, en sus diversos ambientes, como baño, cocina, sala, escaleras y jardín, por eso es muy importante que todo el espacio por donde el anciano camina bien adaptado para su locomoción y para evitar accidentes. Por lo tanto, es muy importante seguir algunas orientaciones, como: Realizar actividades físicas, como
, natación, caminatas o musculación, por ejemplo, como forma de mantener o recuperar la fuerza muscular, el equilibrio, la flexibilidad de las articulaciones y estimular la salud de los huesos. Compruebe algunos excelentes ejercicios que se indican para los ancianos;