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Cómo tratar el herpes genital en el embarazo para no contaminar al bebé

El tratamiento del herpes genital en el embarazo puede ser hecho en casa con medicamentos antivirales como, por ejemplo, el Aciclovir o Valaciclovir, indicados por el obstetra, para controlar las burbujas rojas que aparecen en la región íntima de la gestante y disminuir las posibilidades de contaminar al bebé con el virus del herpes.

El tratamiento generalmente dura 10 días y la mayoría de las veces la embarazada tiene un parto normal, a menos que las burbujas estén en el canal de parto, ya que existe un riesgo mayor de contaminar al bebé durante el parto. En este caso, normalmente se realiza una cesárea.

El herpes genital en el embarazo puede afectar al bebé

El herpes genital en el embarazo puede perjudicar al bebé, ya que hay riesgo de que el bebé se contamine a través de la placenta o en la hora del parto, principalmente si la gestante fue infectada por primera vez con el virus del herpes al principio o al final de la gestación. En este caso, puede ocurrir aborto espontáneo, malformaciones en el bebé o herpes congénito. Para evitar la contaminación del bebé, es importante que la embarazada realice el tratamiento de forma correcta.

Cuidados para acelerar la recuperación

El herpes genital en el embarazo es causado por el debilitamiento del sistema inmune y puede empeorar si la gestante está estresada o si está muy expuesta al sol, por lo que algunas recomendaciones son:

  • Relajación o hacer un masaje;
  • Mantener una alimentación equilibrada;
  • Dormir como mínimo 8 horas por noche;
  • Evitar la exposición al sol.

Otra recomendación para el herpes genital en el embarazo es evitar tener contacto íntimo sin condón.

Señales de mejora

Las señales de mejora del herpes genital en el embarazo son la disminución y la desaparición de las burbujas en la región íntima. Los signos de empeoramiento del herpes genital en el embarazo son el aumento de las burbujas o la aparición de nuevas burbujas en la región íntima, así como la aparición de burbujas en otras regiones del cuerpo como, por ejemplo, en el vientre o en las piernas .