Síntomas de la enfermedad del legionario
Los síntomas de la neumonía causada por la Legionella pneumophila son parecidos a los de la gripe y pueden tardar hasta 10 días para manifestarse después de la entrada de esta bacteria en el sistema respiratorio.
Sus síntomas pueden ser:
- Dolor en el pecho;
- Fiebre alta;
- Tos seca, pero que puede contener sangre;
- Dificultad para respirar y falta de aire;
- Calafrios;
- Malestar;
- Dolor de cabeza;
- Vómitos, dolor abdominal y diarrea.
La legionella no se transmite de persona a persona y su diagnóstico puede ser hecho por el neumólogo a través de la observación de los síntomas ya través de los exámenes de análisis de las secreciones respiratorias, radiografía del tórax, examen de orina y del hemograma, que puede evidenciar aumento de los glóbulos blancos.
Lo que causa legionella
La legionella, o enfermedad del legionario, es una infección causada por la entrada de la bacteria Legionella pneumophila en el sistema respiratorio. Este tipo de bacteria se multiplica fácilmente en ambientes húmedos y calientes, como bañeras y aire acondicionado, debiendo, por lo tanto, mantener esos lugares bien lavados o con la revisión al día.
La infección por legionella es más frecuente en lugares públicos, en los que existen grandes sistemas de aire acondicionado que no son debidamente inspeccionados. Más información sobre cómo se produce la contaminación por Legionella.
Quién tiene mayor riesgo de tener legionella
Aunque la legionella puede afectar a personas de cualquier edad, la infección es más frecuente en personas con:
- Más de 50 años;
- Enfermedades crónicas del pulmón, como enfisema o asma;
- Sistema inmune debilitado;
- Enfermedades secundarias, como la diabetes o la insuficiencia hepática.
Además, los fumadores también tienen un riesgo aumentado de tener legionella.
Cómo tratar la legionella
El tratamiento de la neumonía causada por la Legionella puede ser hecho en el hospital con el uso de antibióticos recetados por el médico. Además de los antibióticos, el médico puede recetar el suero en la vena y el uso de una máscara de oxígeno para ayudar al individuo a respirar con más facilidad.
El tiempo de hospitalización varía de acuerdo con la recuperación del paciente. En algunos casos la enfermedad puede ser curada en 10 días, pero en los casos más graves, que ocurre cuando el paciente tiene edad avanzada, es fumador o tiene otras enfermedades respiratorias y el sistema inmune debilitado, puede tardar más tiempo para quedarse curado. Más información sobre el tratamiento y los antibióticos utilizados.