¿Qué hacer cuando las hematías están aumentadas

Generalmente, la policitemia se diagnostica en un hemograma y puede dividirse en:

Policitemia primaria:

también conocida como policitemia neonatal o policitemia vera, se debe a cambios en la producción de células sanguíneas por la médula; Policitemia secundaria:
es el resultado de otras enfermedades, como tumores renales o EPOC. La policitemia no tiene cura, pero puede ser controlada con medicamentos y transfusiones para disminuir la viscosidad de la sangre y prevenir complicaciones, como AVC o embolia pulmonar. Síntomas de policitemia

Los principales síntomas de policitemia incluyen:

Dolor de cabeza constante;

Visión borrosa;

Piel roja, especialmente en la cara, manos y pies;
Cansancio excesivo;
Picazón en la piel, principalmente después del baño.
Los signos y síntomas de policitemia son raros en la fase inicial de la enfermedad y, por lo tanto, la policitemia puede ser diagnosticada sólo durante la adolescencia o la edad adulta.
Sin embargo, debido a la viscosidad de la sangre, el paciente presenta mayores posibilidades de desarrollar un accidente cerebrovascular, infarto agudo de miocardio o embolia pulmonar, por lo que es necesario a los síntomas de estas complicaciones, llamando a una ambulancia inmediatamente.

Tratamiento para la policitemia

El tratamiento para la policitemia debe ser orientado por un hematólogo, en el caso del adulto, o por un pediatra, en el caso del bebé y del niño, pero normalmente se inicia con la transfusión de medio litro de sangre para reducir la cantidad de células rojas en la sangre. La transfusión debe realizarse varias veces a lo largo de los años, dependiendo de la cantidad de células rojas que cada paciente tiene en la sangre.