El comportamiento suicida normalmente surge como consecuencia de una enfermedad psicológica no tratada, como es el caso de la depresión severa, síndrome del estrés postraumático o esquizofrenia, por ejemplo. Este tipo de comportamiento ha sido cada vez más frecuente en personas menores de 29 años, siendo una causa de muerte más importante que el virus del VIH, afectando a más de 12 mil personas al año en Brasil.