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Cómo tratar el exceso de hierro en la sangre

El exceso de hierro en la sangre puede ser tratado con el uso de medicamentos que disminuyen la cantidad de ese mineral en el cuerpo, con alteraciones de la dieta y con flebotomía, que es hacer una sangría terapéutica.

Los niveles elevados de hierro normalmente están vinculados a una enfermedad genética llamada hemocromatosis, pero también pueden estar ligados al exceso de transfusiones sanguíneas o de uso de suplementos vitamínicos, por ejemplo. Aprenda los síntomas y el tratamiento de la hemocromatosis.

Cómo eliminar el exceso de hierro

El tratamiento para reducir los niveles de hierro depende de la gravedad del exceso de ese mineral, pudiendo ser utilizadas las siguientes técnicas:

Retirar sangre

También llamada sangría terapéutica, esta técnica consiste en retirar cerca de 500 ml de sangre del paciente, ayudando a reducir también la cantidad de hierro en el organismo.

El procedimiento se realiza como durante la donación de sangre, y la cantidad de líquidos retirada se restablece en forma de suero fisiológico.

Como tratar o excesso de ferro no sangue

Cambios en la dieta

Para ayudar en el control, se debe evitar el consumo de alimentos ricos en hierro, como hígado, mole, carnes rojas, mariscos, frijoles y vegetales verdes oscuros, como la col y la espinaca. Ver otros alimentos aquí.

Además, se deben consumir alimentos que disminuyen la absorción de hierro en el organismo, como leche y derivados y té negro. Una buena estrategia es consumir un yogurt como postre del almuerzo y la cena, por ejemplo.

Usar suplemento Quelante de hierro

Los quelantes son medicamentos que unen al hierro en el organismo e impiden que ese nutriente se acumule y perjudique a otros órganos, como el hígado, el páncreas y el corazón.

Los quelantes se pueden tomar en forma de comprimidos o administrarse a través de una aguja subcutánea durante unas 7 horas, liberando la medicación bajo la piel mientras la persona duerme.

Exámenes de control

El control de los niveles de hierro en la sangre debe ser hecho cada 3, 6 o 12 meses, variando de acuerdo con la causa y gravedad del problema.

Así, es importante que el paciente haga seguimiento médico y esté atento a los síntomas de exceso de hierro, como debilidad, dolor abdominal y pérdida de peso sin causa aparente. Ver los síntomas y las complicaciones del exceso de hierro.